
¿Cómo la piscina de agua salada ayuda a entrenar?
En Top Health, uno de los espacios más solicitados por nuestros usuarios es la piscina de agua salada. Un servicio exclusivo que no encuentras fácilmente en otros gimnasios, y estamos orgullosos de ello.
En este artículo, te contamos por qué entrenar en una piscina de agua salada no solo mejora tu rendimiento físico, sino que también aporta importantes beneficios para tu salud. Descubre cómo este tipo de instalación puede marcar una diferencia real en tu forma de entrenar.
Ventajas de entrenar en una piscina de agua salada
Nadar o realizar ejercicios en una piscina de agua salada te permite llevar tu rendimiento al siguiente nivel sin comprometer la seguridad de tus articulaciones o músculos.
- Flotabilidad: gracias a su mayor densidad, el agua salada ofrece una flotabilidad superior al agua dulce. Esto facilita el control corporal, mejora la postura durante el ejercicio y permite realizar movimientos más precisos. Lo que se traduce en una técnica más eficiente, tanto al nadar como al realizar ejercicios funcionales dentro del agua.
- Menor impacto en las articulaciones: la flotabilidad reduce de forma natural la carga sobre las articulaciones permitiendo entrenamientos intensos sin el riesgo de lesiones por impacto. Es ideal para quienes practican ejercicios de alto volumen, tienen sobrepeso o se están reincorporando al entrenamiento tras una lesión.
- Resistencia natural del agua: el agua salada opone mayor resistencia al movimiento, lo que obliga a trabajar más intensamente con cada repetición. Esto incrementa la fuerza muscular, la resistencia cardiovascular y la quema de calorías sin necesidad de añadir peso externo.
- Facilita movimientos amplios: el medio acuático permite ejecutar los ejercicios con un mayor rango de movimiento, lo que favorece la flexibilidad y coordinación. Además, al reducir el riesgo de lesiones, puedes enfocarte en perfeccionar la técnica.
Beneficios del agua salada para tu cuerpo
Asimismo, el agua salada aporta múltiples beneficios para la salud, la piel y el bienestar general del cuerpo.
- Efecto antiinflamatorio: el magnesio y otros minerales presentes en el agua salada ayudan a reducir la inflamación muscular y articular, aliviando molestias después del ejercicio.
- Menor irritación de piel y ojos: a diferencia del cloro convencional, la cloración salina utiliza un tipo de cloro más suave, lo que minimiza la irritación en piel, ojos y vías respiratorias. También se elimina el clásico olor fuerte del cloro, haciendo que la experiencia en la piscina sea más cómoda y agradable.
- Estimula la circulación sanguínea: el contacto con agua salada puede favorecer el flujo sanguíneo, mejorando la oxigenación de los tejidos y el transporte de nutrientes a los músculos. Esto no solo contribuye a una mejor recuperación, sino que también apoya la salud cardiovascular.
- Fortalece el sistema inmunológico: la exposición regular a sus minerales puede ayudar al cuerpo a protegerse mejor contra virus, bacterias y otros patógenos, reforzando los mecanismos naturales de defensa.
- Mejora la salud de la piel: el zinc, el magnesio y otros oligoelementos presentes en el agua salada, tienen propiedades purificadoras y regeneradoras. Ayudan a tratar afecciones como el acné, favorecen la cicatrización de pequeñas heridas y actúan como un exfoliante natural, dejando la piel más suave y tonificada.
Rutina de entrenamiento adaptada a piscina salada
Cualquier rutina de entrenamiento acuático puede adaptarse perfectamente a una piscina de agua salada. Simplemente hay que tener en cuenta que este tipo de agua ofrece mayor flotabilidad y una resistencia natural ligeramente superior. Por lo que le añade un extra de intensidad al ejercicio sin aumentar el impacto sobre el cuerpo.
Calentamiento
Antes de entrenar se recomienda realizar una serie de ejercicios para preparar las articulaciones y activar el cuerpo. Puedes trotar en el agua sin despegar los pies del suelo, elevando rodillas, balancear las piernas sujetándote del borde o rotar los brazos y hombros en amplios círculos. Lo ideal es incluir movimientos que involucren todas las partes del cuerpo.
Bloque de resistencia y cardio
Para activar el sistema cardiovascular y trabajar los grandes grupos musculares, un circuito bien diseñado es la mejor opción.
- Nado estilo libre a velocidad moderada.
- Plancha estática apoyándote en el borde.
- Remo de brazos empujando el agua hacia atrás con fuerza.
- Nado de espaldas con flotador entre las piernas.
- Elevación de rodillas al pecho en posición vertical.
Trabajo de fuerza y tonificación
A continuación, ejercicios destinados a fortalecer y tonificar los principales músculos del cuerpo, para todos los niveles.
- Sentadillas acuáticas con los pies firmemente apoyados en el suelo de la piscina.
- Flexiones en el borde de la piscina.
- Elevaciones laterales de pierna con el cuerpo recto.
- Curls de bíceps usando mancuernas acuáticas.
Movilidad y vuelta a la calma
Para finalizar, realiza estiramientos de piernas y brazos mientras flotas, manteniendo cada postura entre 20 y 30 segundos por grupo muscular. También puedes relajarte después del ejercicio acostándote de espaldas. Deja que el agua te sostenga y respira profundamente, notando cómo tu cuerpo se relaja por completo.
Descubre en primera persona todos estos beneficios del agua salada para la salud, y cómo potenciar tu entrenamiento. Te esperamos en las instalaciones de Top Health, para ayudarte a mejorar la calidad de tu vida y cuidar tu cuerpo de forma segura y consciente.